jueves, 9 de abril de 2020

El año que luchamos contra el bicho con corona





Hubo un día en que llegó al mundo un bicho muy malo.
Era un bicho con corona, pero esa corona tenía unas puntas muy afiladas,
que pinchaban en la garganta y en los pulmones.
Con esas puntas se agarraba muy fuerte
y te hacía subir la fiebre y respirar fatal.

Era un bichito muy pequeño,
pero no estaba solo, había muchos, muchos como él.
El bicho primero se partía en dos
y esos dos en otros dos y luego en cuatro,
y luego en ocho y luego en diciséis y luego en treinta y dos….
Y cada unas de esas partes
se convertía en un bichito con corona.

Y los bichos saltaban de persona a persona,
porque los cuerpos de las personas eran su casa.
No podían vivir en el aire ni en la tierra,
necesitaban un cuerpo para alimentarse de él.

Por eso todos nos unimos
para luchar contra esos bichos con corona.
¿Sabes cómo?
Les cerramos la puerta de todas nuestras casas
y no dejamos que nadie paseara por las calles.
Nadie debía salir de casa.
Porque así el bichito no podría ir de un cuerpo a otro
y solo, solito en la calle, el bichito se moriría.

Además teníamos un arma muy importante:
¡Teníamos pistolas de jabón!
Si creías que podías haber estado cerca de los bichos
te disparaban un pistoletazo de agua con jabón
y frotabas bien, muy bien las manos y el cuerpo
hasta dejarlas limpias y relimpias.
El jabón ahogaba a los bichitos
y los mataba sin piedad.



En casa podíamos correr, saltar a la comba,
jugar a la pelota y leer libros,
salir a la terraza y ver el sol.
Cada tarde nos asomábamos a las ventanas
a aplaudir con nuestros vecinos
a los médicos y enfermeras
que cuidaban a los que se ponían malitos.

Y cuando acabamos con todos los bichos
nos juntamos en el parque y nos dimos la mano,
y bailamos en un gran corro con nuestros vecinos,
los mismos vecinos con los que aplaudíamos y hablábamos de ventana a ventana.

Desde entonces sabemos que siempre, juntos, venceremos a cualquier bicho.
aún más: juntos venceremos a cualquier enemigo.





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